La primera sentencia se ha dictado en un caso de Texas centrado en el uso de Grindr como una plataforma desde la cual perpetrar crímenes de odio. Nigel Garrett recibió 15 años ayer tras declararse culpable de una lista de crímenes que incluyen asalto, robo de auto y uso de armas de fuego, informó el Tyler Morning Telegraph.
Garrett y tres cómplices admitieron en agosto haber organizado una aplicación de citas para que los hombres homosexuales conocieran a las víctimas en sus hogares en varias ciudades de Texas, donde los amarrarían, los atacarían y los robarían. Los cómplices esperan la sentencia (el máximo es la vida).
Estos crímenes deberían ser de interés para el mundo de la tecnología porque están muy habilitados por la tecnología. Si bien, por supuesto, los ataques contra personas debido a su raza, orientación sexual, religión, etc. son obviamente posibles (y frecuentes) sin la ayuda de una aplicación, algo como Grindr ejemplifica el riesgo de tener esa información accesible instantáneamente para cualquiera.
Por otro lado, la naturaleza de las aplicaciones también significa que hay una gran cantidad de evidencia en un caso como el de Garrett de que los crímenes fueron específicamente dirigidos a una población. No hay duda de que estos hombres atacaron a personas de cierta orientación sexual, como podría haber en un asalto callejero.
“Los crímenes de odio son delitos violentos, pero también atacan los principios fundamentales de Estados Unidos”, dijo el Secretario de Justicia Auxiliar Interino John Gore en un comunicado en agosto. Esos principios son cada vez más probados y abusados en línea, por lo que es bueno ver estos crímenes habilitados digitalmente perseguidos agresivamente.
El rastro de pistas digitales, como registros de aplicaciones y teléfonos, fue sin duda crucial para construir un caso sólido, y estará en más y más investigaciones en el futuro. Le pedí a Grinder que comentara sobre si algo puede hacer (o lo ha hecho) para prevenir crímenes como este o ayudar en su resolución.
Cabe destacar que este caso fue llevado a cabo por la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, que ha estado tratando de tomar medidas enérgicas contra los crímenes de odio recientemente.