El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no asistirá a la VIII Cumbre de las Américas en Perú este mes, dijo el martes, y prometió quedarse en casa con el pueblo venezolano.
La cumbre de este año ha sido objeto de considerable controversia en los últimos meses, y varias naciones amenazaron y contra amenazaron boicotear el evento.

La saga comenzó en febrero cuando el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski – forzado a renunciar en medio de un extenso escándalo de corrupción internacional – rescindió la invitación de Venezuela con el argumento de que la decisión de Maduro de convocar elecciones presidenciales en mayo no era democrática.

El anuncio de Perú, que será la sede de la cumbre de este año en Lima los días 13 y 14 de abril, generó protestas generalizadas tanto en apoyo como en protesta contra la medida.
Maduro prometió asistir a la cumbre cuando llueva o truene, por aire, tierra o mar, pero el martes, al dirigirse a la comunidad educativa de Venezuela, el presidente hizo referencia a las recientes salidas del secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson y Kuczynski, y dijo él boicotearía el evento a favor de la Cumbre de los Pueblos alternativa.

La cumbre alternativa se realizará junto con el evento oficial. La Cumbre de los Pueblos se anuncia como una alternativa a la Cumbre de las Américas, en la cual los movimientos sociales y progresistas se reúnen para contrarrestar las políticas neoliberales.

El martes, la Casa Blanca informó que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no asistirá a la Cumbre de las Américas en Lima, Perú. El vicepresidente Mike Pence viajará a la cumbre en su lugar junto con el senador Marco Rubio, un feroz crítico del gobierno bolivariano.