La atención médica inadecuada en un hospital del IMSS en Puerto Vallarta llevó a la amputación del brazo de un recién nacido, según descubrió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En una carta de recomendación dirigida al jefe del IMSS, Tuffic Miguel Ortega, la comisión acusó que el derecho del paciente a la protección de salud había sido violado a través de una serie de acciones y omisiones por parte del personal médico y de enfermería en el Hospital General.
La madre de la niña presentó una denuncia formal ante la CNDH, explicando que llegó al hospital durante su semana 38 de embarazo. Se ordenó una cesárea y nació su hijo, pero los médicos ordenaron que se mantuviera al niño en la sala de recién nacidos porque tenía dificultad para respirar.
“La madre notó que la niña tenía una mancha negra rodeada de rojo en su mano izquierda”, dijo la CNDH en un comunicado. A la madre se le dio acceso restringido al niño incluso después de que se le administraron varios medicamentos y tratamientos al bebé. Se ordenó una ronda de antibióticos, pero los medicamentos tuvieron que ser enviados desde Guadalajara.
Luego, “la madre notó que la mancha negra era dura al tacto, después de lo cual no se le permitió tener contacto físico con su hijo”.
La investigación de la comisión encontró que la lesión se convirtió en una infección grave, pero el personal médico nunca ordenó cuidados o tratamientos especiales. El bebé fue luego transportado a un centro médico en Guadalajara, donde se ordenaron varios estudios y procedimientos, pero fue en vano.
“Por el contrario, los dedos de su mano se volvieron negros porque el tejido estaba muerto”. En este punto, los médicos en Guadalajara decidieron amputar el brazo izquierdo del bebé sobre el codo.
La CNDH declaró que “la lesión fue causada por la falta de los instrumentos médicos necesarios”.
La agencia emitió 12 recomendaciones, incluida la inscripción de la niña y sus padres en el registro nacional de víctimas, que les otorgaría a los tres acceso a un fondo de asistencia y reparación de daños que proporcionará al niño atención médica de por vida.
El IMSS también debe establecer un fondo fiduciario a través del cual se garantice el acceso del niño a la rehabilitación.
El instituto de salud también debe garantizar el mejor desarrollo personal y social posible de la niña y el acceso a la educación, incluida la universidad.