La tasa de pobreza en la Ciudad de Buenos Aires aumentó un 2,4 por ciento en el segundo trimestre de 2018 y registró un 18,4 por ciento, según un nuevo informe de la agencia de estadísticas de la Ciudad. Esto significa que 74,000 personas cayeron bajo la línea de pobreza durante este período de tiempo, con un total de 565,000.
La tasa de indigencia, al final, aumentó a 5.6 por ciento. Esto significa que entre abril y junio de este año, 41,000 personas en la Ciudad dejaron de poder pagar la llamada canasta básica de alimentos, la serie de productos cuyo valor determina la línea de miseria.
Además de medir la pobreza y la indigencia, el índice de la ciudad también divide a los “no pobres” en diferentes sectores, en un intento por determinar el porcentaje de la población que podría caer bajo estas líneas en el futuro cercano. El informe determinó que el 9.4 por ciento de la población estaba en el sector “no pobres pero vulnerables”, mientras que otro 8.5 por ciento era parte de la “frágil clase media”.
“Si se enfrenta una disminución en el poder adquisitivo del hogar, por ejemplo, por un aumento de los precios por encima de sus ingresos, o la pérdida de empleo, tienen una alta probabilidad de caer a los estratos inferiores”, explica la definición del índice.
Hay posibilidades de que un porcentaje importante de personas en estos grupos ya haya caído por debajo de la línea de pobreza, considerando los efectos negativos que la carrera del peso ha tenido en la economía real durante los últimos meses: altas tasas de inflación y una reducción en la tasa de empleo. para nombrar los dos más importantes. Al observar al resto de la población, el 51.1 por ciento de los residentes de la Ciudad se consideran de clase media, mientras que el 12.6 por ciento restante es parte de la clase alta.
Los resultados de este índice muestran un marcado contraste con el publicado por la agencia nacional de estadísticas de Indec la semana pasada, que indicaba que la tasa de la ciudad estaba en 11.2. La principal diferencia radica en los criterios utilizados para determinar la línea de pobreza: mientras que el Indec no tiene en cuenta el costo de la renta, la agencia de la Ciudad sí lo tiene.
Considerando que la primera cuenta nacional de inquilinos, realizada a principios de este año, determinó que el 35 por ciento de los residentes de la ciudad rentan una propiedad y en promedio usan el 41 por ciento de sus ingresos para pagarla, no es sorprendente que la cifra sea más alta.