La inflación de Argentina aumentó un 6,5 por ciento en septiembre, según un informe sobre precios al consumidor publicado el miércoles por la agencia de estadísticas Indec.

La tasa representa un aumento del 2.6 por ciento en comparación con el mes anterior, con la tasa acumulada para el año alcanzando el 32.4 por ciento. Además, la tasa interanual se sitúa en el 40,5 por ciento.

Este número es el más alto desde abril de 2016, cuando los analistas privados (el Indec se encontraba en “emergencia estadística” y no producían informes) en promedio los precios indicados habían aumentado entre 6.7 y 7.2 por ciento.

La cifra del mes se vio impulsada principalmente por aumentos en los precios del transporte, es decir, aumentos en las tarifas de autobuses y trenes, (10,4 por ciento), prendas de vestir (9,8 por ciento), productos de mantenimiento del hogar (9,7 por ciento) y alimentos y bebidas no alcohólicas (7 por ciento). ). Como resultado, la tasa tiene un impacto más directo en las billeteras de los consumidores regulares, ya que todos los sectores que tuvieron las mayores variaciones en sus precios son bienes y servicios que se consumen diariamente.

De hecho, los precios de los alimentos, el mantenimiento del hogar, el transporte y las comunicaciones registraron incrementos mayores que las tasas promedio acumuladas, con alzas respectivas de 35.8, 37.3 y 47.4 por ciento.

En lo que respecta a los alimentos en particular, muchos de los productos que más se consumen registraron grandes aumentos este mes como resultado del traspaso de la fuerte devaluación que experimentó el peso a fines de agosto.

El pan aumentó un 16,7 por ciento, la harina de trigo un 11,7 por ciento, el arroz un 16,3 por ciento, los espaguetis un 20,1 por ciento y el aceite de girasol un 17,6 por ciento. En lo que va del año, el precio de la harina ha aumentado un 144 por ciento, mientras que el pan y los espaguetis han aumentado un 65.8 y un 68.8 por ciento, respectivamente.