El presidente electo López Obrador ha renovado su promesa de establecer una comisión de la verdad para investigar el caso de 43 estudiantes que desaparecieron en Guerrero en 2014.

La promesa del futuro presidente, hecha ayer durante una conferencia de prensa en Guanajuato, se produjo en respuesta a los comentarios del jefe de asuntos legales en la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), quien afirmó que una nueva investigación no sería objetiva.

“Sedena. . . cree que la comisión de la verdad no está contemplada en el sistema legal mexicano ni tampoco en ningún tratado internacional. . . “Creemos que una investigación realizada por una institución de la cual estarán a cargo los representantes de las víctimas no tendrá la objetividad y la imparcialidad que se requieren”, dijo Alejandro Ramos Flores al periódico El Universal.

Pero López Obrador, quien asumirá como presidente el 1 de diciembre, dijo que era imperativo establecer exactamente lo que sucedió con los 43 estudiantes en Iguala el 26 de septiembre de 2014 y que la creación de la comisión de la verdad no fue una duda.

“Cuidar del ejército significa descubrir toda la verdad sobre lo que les sucedió a los jóvenes de Ayotzinapa. No cuidas del ejército, no proteges una institución ocultando la verdad. El que no debe nada no teme a nada, entonces sí, la comisión de la verdad sigue adelante “, dijo López Obrador.

El Tribunal Colegiado de Tamaulipas ordenó en junio la creación de la comisión para emprender una nueva investigación sobre el caso de los estudiantes que desaparecieron en Iguala y luego fueron presuntamente asesinados, dictaminando que la investigación original “no fue rápida, efectiva, independiente o imparcial.”

El tribunal dijo que la comisión de la verdad estaría compuesta por las familias de las víctimas y sus representantes, y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quienes en conjunto dirigirán y supervisarán el trabajo de los fiscales de la oficina del Procurador General de la Federación (PGR).

López Obrador parece tener la intención de llegar al fondo de lo que realmente sucedió y recordó a los reporteros que les contó a los padres de los estudiantes desaparecidos la semana pasada que “todos”, incluido el ejército y la Policía Federal, serán investigados en relación con el caso.

Según la “verdad histórica” ​​del gobierno federal, la policía corrupta en Iguala entregó a los estudiantes a la pandilla criminal Guerreros Unidos, cuyos miembros los ejecutaron y quemaron sus cuerpos en un basurero municipal en la ciudad cercana de Cocula.
Pero esa versión de los eventos ha sido ampliamente rechazada por expertos forenses independientes, grupos de derechos humanos, periodistas, familiares y otros que sospechan que el ejército puede haber desempeñado un papel en la desaparición y muerte de los estudiantes.