En octubre, Francia dijo que no había duda de que el ministerio de inteligencia de Irán estaba detrás del plan de junio para atacar la manifestación de los exiliados iraníes cerca de París.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea mostraron un cauteloso apoyo el lunes a posibles nuevas sanciones económicas contra Irán en un cambio de política luego de acusaciones de planes de ataque iraníes en Francia y Dinamarca, dijeron diplomáticos.

Dinamarca y Francia informaron a sus homólogos de la UE en una reunión en Bruselas sobre los supuestos complots y los ministros acordaron considerar sanciones específicas contra los iraníes en respuesta, aunque no se discutieron detalles ni nombres.

Aunque todavía en una etapa temprana, la disposición de la UE a penalizar a los iraníes sería la primera medida de este tipo en años, después de meses de división interna sobre cómo castigar a los iraníes acusados ​​de actividades desestabilizadoras en Europa y Oriente Medio.

Hasta ahora, la UE se ha esforzado por defender el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, retiró en mayo. Ha estado menos dispuesto a considerar sanciones, en lugar de buscar conversaciones con Teherán.

Irán advirtió que podría deshacerse del acuerdo nuclear si las potencias de la UE no protegen sus beneficios comerciales y financieros.

Francia ya impuso sanciones a dos iraníes y el servicio de inteligencia de Irán por lo que dice que fue un plan fallido para llevar a cabo un ataque con bomba en un mitin cerca de París organizado por un grupo de oposición iraní exiliado. Una opción es establecer esas congelaciones de activos a nivel de la UE, dijeron los diplomáticos.

Dinamarca, que en octubre dijo que sospechaba que un servicio de inteligencia del gobierno iraní había intentado llevar a cabo un plan de asesinato en su territorio, también está abierto a sanciones en toda la UE.

En octubre, Francia dijo que no había duda de que el ministerio de inteligencia de Irán estaba detrás del plan de junio para atacar la manifestación de los exiliados iraníes cerca de París.

También congeló activos pertenecientes a los servicios de inteligencia de Teherán y dos ciudadanos iraníes, un diplomático con sede en Viena que ahora está detenido en Bélgica por el complot, pero el viceministro y director general de inteligencia, Saeid Hashemi Moghadam al parecer no tiene ningñun activo en Francia.

París también expulsó discretamente a un diplomático iraní.

Irán ha negado cualquier participación en cualquiera de los supuestos complots.