Una tienda de ropa en Francia ha sido criticada por cortar y abandonar la ropa no vendida fuera de su tienda en lugar de regalarla a personas sin hogar.

El sábado, la compradora Nathalie Beauval vio ropa desgarrada colgada en las rejas enrollables fuera de la tienda de ropa masculina Celio en Rouen .

La Sra. Beauval publicó fotos de la ropa no deseada en su página de Facebook. Desde entonces, su publicación se ha compartido más de 20 000 veces y ha tenido miles de comentarios y reacciones.

En su publicación de Facebook, la Sra. Beauval dice que le resulta decepcionante que los empleados de la tienda tiraran la ropa que no se vendió cuando mucha gente necesita ropa de abrigo durante el período frío. Agregó que hay personas sin hogar durmiendo cerca de la tienda. Otros también han afirmado que han visto ropa rasgada fuera de diferentes tiendas en toda Francia.

Algunos usuarios de Twitter han twitteado a Celio para expresar sus críticas a las prácticas de la tienda. Pero la compañía ha defendido su postura en Twitter al afirmar que la ropa rota no se puede usar porque tienen agujeros, rasgaduras y manchas y que su política es destruir la ropa que no se puede usar.

Dijeron que trabajan con una asociación benéfica nacional y donan existencias descontinuadas regularmente.

En declaraciones a la prensa local, el personal de Celio en la tienda de Rouen dijo que las ropas rotas tienen daños por agua, por lo que no son aptas para la venta o donación. Francia ha experimentado un frío especial invierno que ha dejado a gran parte del país en alerta.

Las áreas que incluyen París se han detenido debido a fuertes nevadas. Las autoridades francesas dijeron que se abrirán miles de espacios de alojamiento de emergencia para proteger a las personas sin hogar del clima frío.

La BBC le preguntó al British Retail Consortium, una asociación comercial, si los minoristas de la calle tienen una política sobre el comercio de ropa sin vender. Un portavoz dijo: los artículos que se dejan sin vender, incluso después de que se descuentan en las ventas, o en los propios puntos de descuento o segundos de los minoristas, generalmente se venden a granel a mayoristas externos que a su vez los venden. Pueden terminar en tiendas de descuentos independientes o en puestos de mercado.