Alejandro Andrade ha estado viviendo en Florida, donde era propietario de jets, mansiones, 17 caballos de salto y una flota de vehículos de lujo.
Un tribunal de los Estados Unidos condenó al ex jefe de la tesorería de Venezuela, Alejandro Andrade, a 10 años de prisión por lavado de dinero. Andrade, de 54 años, se había declarado culpable de aceptar sobornos por US $ 1.000mn a cambio de ofrecer acceso a tipos de cambio preferenciales en moneda extranjera.
Él ha estado viviendo en Florida, donde era dueño de aviones, mansiones, 17 caballos de salto y una flota de vehículos de lujo. Será encarcelado el 25 de febrero. Su sentencia se produce cuando Venezuela se encuentra en una crisis financiera aplastante que ha llevado a tres millones de venezolanos a abandonar el país, según cifras de la Agencia de Migración de las Naciones Unidas.
Andrade fue guardaespaldas del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez antes de ser nombrado jefe de la tesorería de Venezuela, cargo que ocupó desde 2007 hasta enero de 2011.
Además, fue nombrado jefe del Banco de Desarrollo Económico y Social del estado de Venezuela en 2008, lo que lo convierte en una de las personas más poderosas del mundo financiero de Venezuela.
Los medios venezolanos han especulado si la meteórica carrera del ex teniente fue en parte el resultado de un sentimiento de culpa por parte del presidente Chávez después de que dañara el ojo de Andrade en un juego de “chapita”. El juego, que se asemeja al béisbol, involucra a una persona que tira la tapa de metal de una botella a otra, que trata de golpearla con un palo.
Los registros judiciales muestran cómo Andrade aprovechó los estrictos controles de moneda introducidos por el presidente Chávez y utilizó su posición para “vender”. Acceso a tipos de cambio preferenciales.
Permitió que sus co-conspiradores compraran dólares de la tesorería de Venezuela a una tasa fija baja, normalmente reservada para la compra de bienes clave, como medicamentos, solo para que luego vendan los dólares con una enorme ganancia en el mercado negro.
A cambio, recibió sobornos por miles de millones de dólares estadounidenses en forma de una mansión en Wellington, Florida, caballos para las ambiciones ecuestres olímpicas de su hijo y los relojes Rolex.
Bajo su acuerdo de culpabilidad, los agentes federales se incautaron de 10 autos, incluyendo un Bentley, tres Mercedes-Benz y un Porsche, 17 caballos y el contenido de nueve cuentas bancarias.
La oficina del fiscal de los Estados Unidos alega que una gran parte de los sobornos provinieron de Raúl Gorrín, un magnate de los medios de comunicación venezolano que ha sido acusado de lavado de dinero por las autoridades estadounidenses. La acusación fue abierta la semana pasada.
El Sr. Gorrín compró el canal de televisión de la oposición Globovisión en 2003, después de lo cual la línea del canal se suavizó considerablemente con él al mando. Al igual que Andrade, el Sr. Gorrín ha estado viviendo en Florida y, según su acusación, ha estado usando bancos en los Estados Unidos para lavar dinero.