Los diez inmigrantes africanos subsaharianos, que fueron arrestados en un centro de detención de inmigrantes en Ceuta, están acusados de pertenecer a una organización criminal, agredir a un oficial de policía y causar daños, dijo a la AFP una portavoz de la Guardia Civil de España.
Entre los arrestados se encuentra el presunto líder del asalto coordinado en la frontera el 26 de julio en el que 15 policías resultaron heridos, agregó.
Los más de 600 inmigrantes llegaron a Ceuta asaltando la doble valla fronteriza y atacando a la policía con cal viva cáustica, excrementos, piedras y palos.
Incluso prendieron fuego a las latas de spray, usándolas como “lanzallamas”, según la policía.
La disputa sobre la barrera con alambre de púas fue la más grande en Ceuta desde febrero de 2017, cuando más de 850 inmigrantes ingresaron al territorio de ultramar en cuatro días.
La semana pasada, 116 inmigrantes ingresaron a Ceuta en una táctica similar, pero fueron enviados de inmediato a Marruecos, lo que provocó críticas de grupos de derechos humanos.
Ceuta y Melilla, el otro territorio de España en el norte de África, tienen las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con África, atrayendo a inmigrantes que intentan llegar al bloque.
Un total de 4.382 migrantes han ingresado en los dos territorios por tierra desde el comienzo del año, según la Organización Internacional para las Migraciones.
Más de 32,000 inmigrantes han llegado a España por mar y tierra este año, convirtiéndolo en el principal punto de entrada para los inmigrantes que llegan a Europa, después de Italia y Grecia.