Sundar Pichai se presentará ante el Comité Judicial de la Cámara el 5 de diciembre para responder preguntas sobre el supuesto sesgo de la compañía contra los conservadores.
En agosto, Donald Trump acusó a Google de suprimir las voces de los conservadores, calificando sus resultados de búsqueda como “manipulados”, algo que la compañía niega con vehemencia.
Si bien esta será la primera vez de Pichai antes del Congreso, tanto él como el CEO de Alphabet, Larry Page, se saltaron una audiencia en el Congreso en septiembre a la que asistieron el jefe de Twitter Jack Dorsey y la Directora de Operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg. Como resultado, se dejó una silla vacía en exhibición con una etiqueta con el nombre “Google” colocada en ella.
Pichai seguramente enfrentará más que solo acusaciones de sesgo político. El controvertido Proyecto Dragonfly de la compañía, un motor de búsqueda personalizado y censurado para el mercado chino que también recopila datos de los usuarios, probablemente será uno de los temas de debate. El vicepresidente Mike Pence ya solicitó su cancelación, y ha generado cartas internas y abiertas enojadas de parte de los empleados, algunos de los cuales han renunciado por el proyecto. Incluso ha llamado la atención de Amnistía Internacional, que planea organizar protestas en todo el mundo.
También en la agenda podrían estar los parados recientes de 20,000 trabajadores de Google, una protesta contra el acoso sexual y la discriminación en la empresa. El incidente obligó a un contratista de Google del Reino Unido a hablar sobre sus propias experiencias de discriminación y sobre cómo Google supuestamente no lo protegió.
Es posible que Pichai también tenga que responder preguntas sobre el error masivo de Google+ que expuso la información de cientos de miles de usuarios, y puede esperar ser interrogado sobre posibles violaciones antimonopolio, algo que ha sido una espina para la empresa en Europa durante muchos años.