Corea del Norte ha dicho a los Estados Unidos por primera vez, que está dispuesto a discutir la desnuclearización de la península de Corea, allanando el camino para una histórica cumbre entre Kim Jong-un y Donald Trump, de acuerdo con funcionarios de Estados Unidos.
El anuncio ilustra el vertiginoso ritmo de progreso desde que Trump sorprendió al mundo al decir que estaba aceptando una invitación para reunirse con el líder del reino ermitaño.
Y el alcance repentino de Corea del Norte este año contrasta con el de 2017, cuando un aumento en las pruebas de armas nucleares y misiles provocó enojados intercambios verbales entre Trump y Kim y el creciente espectro del conflicto armado.
Funcionarios estadounidenses y norcoreanos se han reunido en secreto en los últimos días para permitir que los emisarios de Pyongyang digan a sus homólogos que estaban dispuestos a cumplir las condiciones previas para la cumbre, dijo un funcionario estadounidense a Reuters bajo condición de anonimato.
Hasta ahora, tales mensajes solo se habían recibido de segunda mano, a través de contrapartes de Corea del Sur.