El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha retirado al jefe de su equipo negociador de las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Una nueva ronda de negociaciones de paz comenzaría el miércoles en la capital ecuatoriana, Quito. Pero luego de los rebeldes Ataques a un oleoducto y una base naval, Santos dijo que las conversaciones deberían detenerse.

Los ataques se produjeron horas después de que expirara el alto el fuego temporal. El ELN anunció por primera vez su intención de iniciar conversaciones de paz formales en marzo de 2016, pero no comenzaron hasta febrero. 2017.

Los diálogos han sufrido una serie de reveses desde entonces, pero en septiembre las dos partes acordaron un alto el fuego temporal, el primero en más de cinco décadas de conflicto armado.

Ese alto el fuego expiró el martes y horas después el marxista guerrilleros atacaron el oleoducto Caño Limón y arrojaron granadas a una base naval.

El gobierno siempre estuvo dispuesto a extender el alto el fuego. Inexplicablemente, el ELN se negó, dijo el presidente Santos en un discurso televisivo: “Ante esta situación, he hablado con el jefe de la delegación gubernamental colombiana en Quito, Gustavo Bell, y le dije que volviera inmediatamente para que podamos evaluar el futuro del proceso”, dijo el presidente Santos.

Santos recibió el Premio Nobel de la Paz en 2016 por sus esfuerzos para alcanzar la paz con el grupo rebelde más grande de Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

Ha hablado de su esperanza de lograr también un un acuerdo de paz con el ELN antes de que abandone el cargo más adelante este año, pero los negociadores del gobierno han advertido que la difusa estructura de comando del ELN hace más difícil negociar que las Farc.

El miércoles, dijo que las fuerzas armadas reaccionarían enérgicamente ante el Agresión del ELN