Argentina pagará los aumentos imprevistos en el costo del gas para cocinar después de la indignación pública y la oposición en el Congreso para obstaculizar el plan que habría visto a los consumidores pagar los precios del gas en 24 cuotas a partir de enero de 2019.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo el miércoles que el Estado pagará los aumentos en 30 cuotas. Anteriormente se había reunido con los líderes del Congreso y los senadores de la coalición para anunciar la decisión, poniendo los frenos en una votación inminente para bloquear el plan del gobierno.
El aumento de los costos del gas se debe a la fuerte devaluación del peso, casi el 100% en los últimos doce meses.
La medida original, anunciada por la Secretaría de Energía, le costó al Secretario Javier Iguacel una denuncia penal y cuestionó su liderazgo de la compleja cartera, y fuentes de los medios de comunicación de Buenos Aires revelaron que muchos funcionarios de alto nivel desconocían el plan antes de su anuncio.
El fiscal Guillermo Marijuan había calificado el aumento retroactivo y extraordinario de los precios al consumidor como inconstitucional.
Los consumidores argentinos ya están sintiendo el calor del aumento de los precios de la energía, en el contexto de un sólido dólar estadounidense y el continuo retroceso del gobierno de Mauricio Macri de los subsidios de la era Kirchner en materia de energía y transporte.
En efecto, y de acuerdo con una encuesta decisiva, alrededor del 75% de los residentes en el área metropolitana de Buenos Aires consideraron los precios del gas como “demasiado altos o no pagaderos”.
Entre ellos, el 38% de los residentes dijo que no puede pagar sus facturas de gas, en comparación con el 33% de hace tres meses y el 22% de hace seis meses, el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) informó el martes en su comunicado de Social Climate Monitoring, que analiza Buenos Aires. La ciudad de Aires, así como el sur, oeste y norte del Gran Buenos Aires.
Según el estudio, el área con mayores dificultades son las áreas del sur de Buenos Aires, donde el 83% de los encuestados describió los precios del gas como “demasiado altos o no pagaderos”. Solo el 25% de los encuestados dijo que la gasolina era barata o tenía un precio correcto.