El gobierno llegó a un acuerdo con las tres principales compañías energéticas que operan en el país, la estatal YPF, Shell y Pan American Energy, para congelar los precios del combustible durante dos meses.
La medida tiene como objetivo evitar que los aumentos estimulen las tasas de inflación, luego de la fuerte devaluación que el peso ha sufrido en las últimas dos semanas.
Como Argentina importa la mayor parte del combustible que consume, los precios del petróleo dependen en gran medida de la tasa de cambio en el momento dado, así como de los precios internacionales del petróleo. Por lo tanto, la depreciación del peso en las últimas semanas, especialmente la última, impulsó estos precios, incluso se han incrementado tres veces este año.
El último tuvo lugar a principios de abril y, hasta el momento, estas tres empresas aumentaron sus precios en un 12 por ciento en promedio.
Para lograr que firmen, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ofreció crear una denominada “cuenta compensatoria”, que incluirá las sumas que las empresas esperan obtener a través de los aumentos para estos dos meses (12 por ciento, según La Nación) , así como el costo de las contingencias futuras que pueden tener lugar hasta el final de junio (y también podría llevarlos a implementar alzas).
A partir del 5 de julio de 2019, las empresas dividirán las sumas de las “cuentas compensatorias” en seis partes iguales y las agregarán a los aumentos de precios futuros.